viernes, 9 de abril de 2010

En defensa de la justicia


No se la razón, pero siempre ha habido cosas de este país, que se han dicho mejor y más claro en otro idioma. "La decisión de procesar al juez Garzón por investigar los crímenes del franquismo es políticamente motivada...los crímenes reales en este caso son las desapariciones , no la investigación de Garzón". Así de claro lo contaba ayer el The New York Times.

Seguramente uno no estará de acuerdo con el Juez Valera sobre lo que significa la palabra justicia y mucho menos con la Falange Española nunca, pero hay ideas de la justicia que valen para hoy para ayer, para España, para Nueva York o para cualquier parte del mundo.

Los poderosos de ayer..si, los intocables de siempre, aparecen hoy acordonados en un corporativismo rancio que sigue escribiendo en el mismo cuaderno en que anotan las piezas de caza. Ayer los franquistas mataban por miles, sus hijos se conforman con inhabilitar para siempre a uno sólo. Ellos saben, nosotros también, que lo que pretenden llevarse por delante no es la carrera de un juez, es la diginidad de un país.

Os pedirán el voto ya lo veréis. Con otros nombres y otros mensajes, pero hay programas políticos que estarían dispuestos a cambiar cualquier cosa, menos lo que no ha cambiado nunca y esos y no otros conforman, como diría Cercas la placenta del golpe interminable, la demanda judicial que pretende demoler cualquier justicia.

Me hace gracia recordar ahora lo que decían algunos cuando defendíamos la Ley de la Memoria Histórica. Incluso el Alcalde de esta ciudad me dijo en el Pleno que todo eso de la memoria histórica no era otra cosa que una "forma de remover el pasado y dividir a la gente".

Ya sabía entonces y se confirma ahora que no es el pasado lo que temen remover sino el presente que se basa en su pasado y que no es la división lo que les preocupa sino la verdad, porque la verdad siempre es plural, no es "una, grande y libre".

Seguramente volverán a lograrlo otra vez.

Cuando en los próximos días, miles de ciudadanos vuelvan a pedir justicia en las calles y plazas de nuestros tribunales, de nuevo ellos estarán dentro y nosotros fuera. De nuevo nosotros hablaremos de Justicia y ellos de orden, de nuevo despreciarán nuestra libertad y seguirán escondidos en su "establiment". Afortunadamente esta vez no tienen armas...¿ o si?