lunes, 12 de enero de 2015

Participación según Caunedo.

Participación” es la palabra recientemente redescubierta por el Partido Popular de Oviedo. Caunedo la repite una y otra vez con la insistencia de los conversos. La repite al invocar un proyecto, al criticar a un adversario, cuando habla de fútbol y cuando felicita la Navidad. La reitera con el metódico ritmo de una estrategia electoral incluso cuando polemiza con un colectivo vecinal que, por muy colectivo que sea, nunca es tan participativo como nuestro Alcalde. A ustedes les parecerá raro ese entusiasmo en el máximo regidor de un Municipio que durante 20 años ignoró de tal manera la participación que el Presidente de la Federación más importante de asociaciones vecinales llegó a afirmar que en todo ese tiempo jamás se había reunido con el Alcalde. Les parecerá extraño en una ciudad que no ha constituido aún ni los distritos, ni los consejos de participación previstos en una legislación que ya tiene 12 años; en la única ciudad que yo conozco cuyo Consejo Escolar Municipal – por poner un ejemplo- lleva tres años sin ser convocado y no será porque no hayan surgido debates educativos en Oviedo en los últimos tiempos. Les parecerá raro, pero no lo es. Todo eso de organizarse para opinar, para ser copartícipe de las decisiones, para consolidar espacios de diálogo o para hacer propuestas, está anticuado. Nuestro Alcalde es mucho más moderno que todos nosotros y propugna y predica una participación individual, digital, esporádica, sin compromisos ni esfuerzos, sin organización alguna. Se trata de participar en las decisiones de la ciudad como quien participa en la encuesta del periódico local, como quien cliquea su preferencia sobre el reinado de las fiestas mateínas. Si se pretende matizar, si se cuestiona el procedimiento o si se constituye un movimiento sólido, las “huestes” del Alcalde tiran del viejo manual gabinista y acusan a quien corresponda de escasa representación o de estar manipulados Con eso basta. No quieren ni negociadores ni liderazgos. Sólo quien plantea las tesis puede manipularlas. Sólo el Alcalde puede liderar. Es una participación limitada a 140 caracteres que, si lo piensan bien, no deja de ser una evolución sofisticada de aquellos mítines de Gabino de Lorenzo cuando se vestía de maquinista y hacía reír a su gente; Un espectáculo. Por eso decía que no es raro. El fortalecimiento del tejido asociativo, el hábito de la discusión con propuestas, la dinámica de los espacios de participación consolidados, sólidos, con derechos y mecanismos plurales, constituye, y lo sabe muy bien el Alcalde, toda una escuela de democracia. Toda esa cultura de participación suele generar movimientos de opinión fuertes, liderazgos sociales que acaban siendo políticos y, cuando eso ocurre y en los sitios que ocurre, los políticos mediocres y los alcaldes mediocres quedan en evidencia. Cuando una ciudad se acostumbra a participar es difícil que se la pueda gobernar únicamente a base de ocurrencias de un asesor periodístico. Por eso el PP ha impedido, sepultado y abandonado todos los mecanismos de participación en los últimos 20 años. Por eso ahora Caunedo trata de sustituir el espacio no creado por un espectáculo de sombras. Cuando uno lee las declaraciones del penúltimo liderazgo surgido del penúltimo movimiento que se presenta como alternativo en la ciudad, -el nuevo Secretario General de Podemos en Oviedo- descubre todas esas carencias de músculo ciudadano. No deja de resultar curioso que los líderes de movimientos que se consideran a sí mismos alternativos sigan proviniendo en Oviedo del “pijismo acomodado” autoproclamado profesional y vengan mostrando su carpeta de frases hechas en busca de titulares vacíos. Son más de 20 años sin escuelas de democracia, sin atender a compromisos con los ciudadanos, sin escuchar a nadie que tenga algo que decir y contenga más de 140 caracteres. Manuel Angel Rodríguez González Concejal del Grupo Municipal Socialista de Oviedo