Llevan en Gijón varios días ya dandole vueltas a un Pleno del pasado jueves que acabó en medio de una monumental bronca, que llevó incluso a la Alcaldesa y al Equipo de Gobierno a pedir a los ciudadanos disculpas por tan bochornoso espectáculo.
Estoy pensando en invitar a alguno de mis compañeros a los Plenos del Ayuntamiento de Oviedo, para que puedan definir mejor cual es el nivel verdadero de un "bochornoso espectáculo".
Si, el PP es coherente en todas partes. Cualquier asociación de ideas nos llevan de las definiciones "cadvéricas" de la señora Pardo, a las cuidadas referencias de nuestra señora Isabel, pasado por la memoria histórica de los Trillos, Cascos, Acebes y demás. Puñetazos al lenguaje, pateos de colegio en los hemiciclos, desprecio a las ideas, desafecto democrático en general, aprendido por todos/as en la misma escuela de Génova...aquella que piensa que el rédito electoral será mayor, si el espectáculo siempre logra continuar.
No se si es grave pero si es sintomático este desencuentro "pepero" con el talante civilizado de un país que se hizo civilizado contra el franquismo.
A mi modo de ver hay dos claves que no debemos perder de vista.
Uno: No siempre nos comportamos como nos educaron a hacerlo ( de hecho estos chicos estudiaron disciplina en colegios privados) sino como nos delata nuestra conciencia. La derecha española tiene un problema con su historia y se siente poco querida por un país que recela de su legitimidad. Hace poco lo vimos aquí en Oviedo. A una Concejala que gobierna, le recordaron en plena calle que había que ponerse a trabajar para resolver un problema importante para los vecinos, el enlace de Las Campas y la Concejala en vez de contestar que ya trabaja en ello o cualquier cosa similar, no se le ocurre mejor cosa que darse la vuelta airadamente y "montarle un cristo" a los osados ciudadanos, al grito de " yo trabajo muchísimo". Oiga, los que trabajan muchísimo no necesitan gritarlo...la conciencia doña Isabel!.
Dos: En el fondo una parte de la derecha española nunca se ha sentido demasiado cómoda con esto de las normas democráticas. Sí, si, ya se que estamos hablando de la Pardo, de la Pérez Espinosa...es decir, de conservadores de segunda generación, ¿ pero cómo y con que criterios han sido educados?. Con los mismos que antiguamente regían el "florido pensil". Es muy difícil convencer a una gente que lleva toda una disciplinada vida estudiando para mandar, que mandar en democracia es convencer. Les irrita que otros vengan a ocupar aquello que de forma divina el destino les había proporcionado.
Yo creo que para lograr que en este país exista una derecha civilizada es necesario acabar con los conciertos a colegios religiosos.
¡Dios mío¡ ¿ he divagado?