martes, 29 de marzo de 2011

Nervios y encuestas


Eran exactamente las tres menos cinco de la tarde, cuando Gabino de Lorenzo Ferrera, tomó aire, resopló fuerte y comenzó a esbozar un aliviado discurso de final del Pleno, con el que pretendía concluir ¿ esto es todo?. Le hicimos ver que no, que aún faltaba – como todos los años por estas fechas- el debate sobre la liquidación de las cuentas públicas. Tras reñir a los suyos por tamaño gesto de trasparencia hizo “mutis por el foro” y se fue a comer. Pero el caso es que dos años después de habernos deleitado por última vez con su presencia en un Pleno, volvía el Alcalde en época preelectoral al espacio natural de un Alcalde y todos cuantos no estaban allí, me han venido preguntando estos días, ¿ qué dijo?, ¿ a qué fue? ¿ para qué a estas alturas?.


Lo cierto es que el único mensaje entendible del inusual gesto del regidor, era una especie de “arenga romana” a su propia tropa que básicamente decía “estoy aquí, aún no nos hemos rendido”. El Alcalde no fue al Pleno a explicar Villa Magdalena, ni a pegarse con Rivi sobre los viejos tiempos de Ensidesa, ni a chismorrear sobre el ordenador de Carreño, ni a discutir de números con Paloma Sainz. El Alcalde fue al Pleno para combatir las encuestas, para combatir inútilmente esa imagen de “liquidación por derribo” que puede entreverse en las líneas de los periódicos del último mes, pero que también reflejan los “gurús” de la sociología electoral. La atragantada vuelta al “redil” del Alcalde, no fue sin embargo, el único símbolo del nerviosismo que los dichosos estudios sociales causan últimamente a los supervivientes de la legislatura.


A nadie se le escapa que esa “chapuza” inmensa que protagonizó Reinares con el asunto de los correos robados, no puede ser atribuida al equilibrio que da la experiencia de un “aforado” tan bregado en estas lides. Sería interesante, que aunque fuera a posteriori y en algún libro de memorias, alguien desvelara el pánico y el nombre del “lince”, que le dio en la mano al Diputado aquel tomo de correos y que con una “palmadita en la espalda”, le animó a correr a la sala de prensa- cual si fuera un Assange local- a denunciar una conspiración paranoica de socialistas infiltrados en fiscalías y tribunales. El miedo a perder un sillón ocupado durante 20 años hace estas cosas. Luego están las dudas, los miedos a lo que escondan las alfombras, todo aquello que no queda atado y bien atado cuando ya no operen ni los privilegios actuales ni los respaldos de técnicos y funcionarios. Pero entre todas las pesadillas y deslices que nos faltarán por ver, tengo una cierta curiosidad y algo de miedo a la forma en la que el Alcalde pretenda resolver los evidentes remordimientos que le aterran en el asunto del Real Oviedo. Es difícil que la gente se olvide de repente de que un día no tan lejano el mismo regidor que hoy recibe a empresarios mexicanos-con mesa y mantel de por medio- quiso acabar con el equipo que protagoniza la historia del fútbol en nuestra ciudad. Más difícil aún resulta que nos olvidemos de que en un tiempo aún más cercano, Gabino de Lorenzo fue el respaldo y el referente del supuesto empresario que ha llevado los destinos de la sociedad durante los últimos años, un dirigente que ha conseguido cotas de rechazo difícilmente imaginables.

No seré yo quien critique que en época pre electoral , pretenda el Alcalde desandar lo andado y corregir el daño realizado, pero si es mi obligación como ciudadano y Concejal preguntarme ¿ cuanto dinero más de los 5 millones ya invertidos nos va a costar su rectificación necesaria? Sinceramente si el Alcalde pretende rectificarlo todo, es mejor que se quede con lo de volver a los Plenos….al menos es más barato

martes, 15 de marzo de 2011

Gabino sentado. De Lorenzo cercado


No sé si produce hilaridad o miedo, pero la inquietante imagen de Cuervas Mons, Alejandra Cuétara y Aréstegui, compitiendo entre ellos en decir groserías y golferías sobre el Síndico Mayor, después de haber recibido la llamada desesperada de Humprey Bogart desde Casablanca o desde Benia de Onís- que para el caso da igual-, da que pensar sobre lo que podría ocurrir si el partido político al que representan tuviera la oportunidad de gobernar algún día los destinos de Asturias.

Después de varios meses en que los Concejales y Concejalas conservadores disfrutaran aireando las “chinitas” que los informes de los síndicos referenciaban en lugares como Gijón o Avilés, no se les hubiera ocurrido jamás pensar que se atrevería alguien a examinar con lupa los contratos y cuentas del Alcalde sentado. Cierto es que aquí se atrevieron los que se atrevieron - ¿ verdad señor Arias?- pero el resultado final es que ahora a los señores diputados conservadores no les gusta la Sindicatura, así que quieren cargársela directamente. Me pregunto que pasará el día que no les guste la Constitución, un juzgado o un periódico, por poner algún ejemplo.

No sólo estaban convencidos en nuestro Ayuntamiento que jamás nadie iba a atreverse a revisar papeles aquí, sino que en último caso nadie sabría que se había hecho. ¿ El informe de la Sindicatura?, preguntábamos desde la oposición; ¿ qué informe? , no existe, respondían. Nadie sabría nunca, no ya su contenido, sino tampoco su obligada remisión al Tribunal de Cuentas, ni las diligencias abiertas por el fiscal anticorrupción. Para tal manto de silencio, contaban sin duda con la complicidad del “periódico leader”,que aún sigue padeciendo su “ataque de cuernos” en alguna de las secciones humorísticas habituales.

Lo que dibuja el más custodiado de los documentos municipales, es el torso desnudo de 20 años de poder absoluto, sin rendir cuentas ni a Dios ni al Diablo, sin respeto alguno por los recursos públicos, ni los intereses de los ovetenses. Un conglomerado de decisiones abrasivas para nuestras cuentas públicas adoptadas en la oscuridad de uno o dos despachos oficiales, sin rigor, sin recato y sin testigos. Radiografía la estela de la expropiación de un “palacete” probablemente destinado desde el inicio a servir de disculpa para explotar el subsuelo más valioso de la ciudad y recoge un escenario que nos habla de criterios subjetivos en la adjudicación de contratos, de fraccionamientos de cuantías destinadas a hacer invisibles determinadas contrataciones, actuaciones contra la eficiencia, la eficacia y la economía en la gestión pública.

Nos dice algo más aún, nos dice también que Oviedo, no es un planeta seccionado de la Vía Láctea y que todo eso deriva en responsabilidades contables y jurídicas que tienen que juzgar ya no sólo los ciudadanos sino también las instituciones que tienen encomendada tal misión por el Estado de Derecho. Puestas así las cosas, ni resulta extraño que esos 200 folios estuvieran guardados bajo siete candados, ni que algunos hayan corrido a asesorarse jurídicamente, mientras en otros foros se ofrecía en “bandeja de plata” la cabeza del contable mayor.

Hace unos días, me hablaba un amigo de un interesante artículo, titulado “ Gabino sentado” que retrataba el retrato del aún Alcalde de esta ciudad,.Con el permiso de Juan Vega cuya autoría reconozco, si yo tuviera que dibujar la situación político, al día de hoy de Gabino de Lorenzo Ferrera, añadiría a aquel memorable texto, la coletilla del título que encabeza este artículo.
No sólo sentado Juan, también cercado.