Tengo la sospecha de que la influencia de la crisis económica en las recientes elecciones de Galicia y Euskadi, está más relacionada con la pérdida de votos de los partidos nacionalistas que con la dinámica de "castigo" a determinados gobiernos. Cuando el paro crece y la psicosis aumenta, el sentimiento de lo propio se desvanece en favor de las imposibles explicaciones globales.
Pensando en la Galicia de nuestros "primos", recuerdo también que no es la primera vez que el PP logra poner un "retardador" en la bomba social. En medio del huracán del "Prestige" y la "guerra de Irak", ya apareció el enemigo exterior que les permitió "salvar" las Autonómicas y Municipales del 2003. Pero la dinamita estaba dentro.
Alguna autocrítica habrá que hacer, no obstante, de la incapacidad de crecer en las ciudades ( que no es nueva) y de la imposibilidad de habilitar una vía para el cambio.
Pensando en Euskadi, recupero la sensatez de Patxi López. Aquel liderazgo de "aparato", que entendió mejor que otras estrellas mediáticas, la clave del tiempo que estaba viviendo su tierra. Creo que el País Vasco merece la modernidad sensata y la oportunidad de cambio que sostiene Patxi, creo que el líder del PSE merece ser lendakari.
Pero pensando en el mensaje global, creo que en medio de tanta crisis de todos, hay recomposiciones inevitables que nos hacen pensar tal vez en escenarios distintos con acentos bastante diferentes.
5 comentarios:
Patxi Lehendakari sí, pero con el apoyo del PNV. 54 escaños de 75. Espectro social amplio.
Otra opción es que el PNV se gane al PP (30+13=43, gobierno de derechas). No digo nada descabellado, aunque parece que a los analistas esto les da sonrojo. ¿Alguien se acuerda del abrazo entre Aznar y Arzallus? En política, ya se sabe.
Puede que tengas razón Diego, yo creo que la opción más lógica -por eso de ir por pasos- es que Patxi López se presente a Lendakari y simbolice la posibilidad del cambio. No creo que el PP se suicide en eso - pero no sería la primera vez- y a partir de ahí se abre un abanico de pactos para cumplir un programa.
Nunca estuve de acuerdo con el pacto constitucionalista- creo que se llama así-, pero no lo estuve porque creo que en parte traiciona a una gran cantidad de electores que votaron al PSOE desde la izquierda.
El PNV, en Euskadi, representa el poder y creo y supongo que a Patxi López le votaron muchos ciudadanos/as que buscaban en él un cambio..no sé decirte, pero adivino que en una subida de 6 diputados hay mucho voto joven, parte de voto nacionalista, gente de izquierdas....Patxi representó la alternativa al PNV, ¿ traicionamos a esos votantes?
Yo también creo, como Diego, que lo transversal es lo mejor (PSE+PNV). Y también comparto que no podemos descartar (ahora o luego) un pacto PNV+PP).
Mejor PSE+PNV porque: 1) es lo más sólido 2) implica estabilidad 3) Zapatero sale fortalecido 4) el PNV puede cambiar y para eso es mejor tenerlo de aliado.
Patxi va a tener que elegir si "traiciona" a la izquierda (juntándose al PP) o "traiciona" a esos votantes anti-PNV (juntándose justamente al PNV). En todo caso, los votos se pueden interpretar de muchas formas, pero lo que importa es cómo se cuentan. Es lo que vale en democracia.
La política, ya sabemos, hace extraños compañeros de cama (y estimula el aprendizaje de las lenguas cooficiales, que se lo digan a Aznar), pero imaginar al PSOE y al PP practicando el 69 me da un repelús...
Vaya por delante que, contra lo que crea Guti, yo soy muy lerdo...
Sin embargo, dentro de mis limitaciones, creo ser capaz de entender que en el sistema de que nos dotamos a partir de 1978, donde no sólo las investiduras, sino incluso las mociones de censura, quiso el constituyente que hubieran de ser constructivas, puede cumplir la letra de la Ley que un grupo como el popular vote a un candidato, Patxi López, sin compartir prácticamente nada de su programa de gobierno... pero que va contra el espíritu... El lehendakari que sea, debería lograr la investidura, con votos que no sólo apoyen a su persona, ni mucho menos que no apoyen a su persona sino que descansen sólo en un "Váyase , señor Ibarretxe" que aparte de animadversión sólo revelaría vacuidad política....
Yo apostaría por un gobierno PSE-PNV, con lehendakari socialista, para el que se acordara un programa de gobierno de consenso entre las convicciones socialistas del PSE-EE y las convicciones democristianas del PNV, aparcando éste, al menos coyunturalmente, sus componentes nacionalistas, sobre todo en lo excluyente... ( no es lo mismo pactar con Urkullu que con Sabino Arana)...
Porque es evidente que los electores vascos, este año, han apostado claramente por que se acabe "el Régimen" ( que eso y no otra cosa eran ya los gobiernos peneuvistas)... Pero también demostraron en 2001, y no creo que eso haya cambiado sustancialmente en sólo ocho años, que no apoyan el frentismo, y Basagoiti parece que aún tiene sintonizado su dial en la frecuencia frentista, desde la que se puede construir muy poco y que en las siguientes elecciones estoy seguro de que los vascos castigarían duramente.
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