A costa de la resolución de una Comisión de Educación del Congreso, que a su vez reproduce una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, se ha generado otra de esas curiosas polémicas que además de reivindicar un cierto ideario en decadencia, da de comer a opinadores y medios que hace tiempo han perdido no sólo el tiempo, sino el espacio para opinar sobre cualquier cosa que nos implique a los mortales.
Pero al margen de "buenistas" frustrados y escandalizantes representantes eclesiásiticos, me gustaría referirme hoy a esta cuestión, tanto desde la validez de la noticia, como desde la importancia de la idea, que, en realidad, se las trae.
Veamos, como noticia tiene poco recorrido. Se limitan los comisionistas patrios a recomendar que en nuestro país los Centros Educativos públicos prescindan- y en tal sentido instan al Gobierno-de la utilización del crucifijo en aulas y demás instalaciones colegiales por respeto a quienes tienen o tenemos otras creencias o ninguna de carácter religioso. Como usuario que soy de tales instalaciones en tanto que padre, debo confesar ( perdón por la palabra), que hace años que no veo en los colegios públicos- desde mi época de estudiante en realidad- tal expresión de austero sacrificio por el bien común, como el que representa el tal Jesús en su cruz. Así que el esfuerzo de nuestros Diputados no parece tan escandalizante como el que predica ( perdón de nuevo ) el flamante Arzobispo de Oviedo - ¿ es Oviedo o Comunidad Autónoma el nuevo arzobispado?- en la noticia que os adjunto unas líneas más atrás.
En el caso de los colegios privados, mi opinión es que "allá ellos." Los padres pagan por una enseñanza que incluye idearios, campos de tenis, caballos y uniformes y eso no sólo es conforme a ley y Constitución, sino conforme a mi creencia- por cierto humanista- de la cuestión de la libertad mínima. Pueden enseñar el "catecismo" o el "capital", pero ni engañan, ni se engaña nadie y los padres ofrecen a sus hijos la educación que quieren y en la que creen
La única cuestión parece centrarse en eso que llamamos "centros concertados", unos Colegios que, sobreviven esencialmente gracias a los impuestos que usted y yo pagamos y que gracias a esa "divina virtud", ocurre que son imprescindibles para garantizar la universalidad de la educación, pero que sin mantener los costes, mantienen y quieren mantener un ideario concreto que es esencialmente católico.
Como subvencionados de lo público y dependientes de los dineros de todos, están obligados por ley a garantizar algunos mínimos relacionados con la legislación educativa de la que nos nutrimos. Es una falsedad como un "piano", esa leyenda urbana que dice que cuando unos padres envían a sus hijos a unos "dominicos ó dominicas" cualquiera ya saben a dónde los envían. En realidad, es muy posible, y muchos ejemplos tenemos en esta misma ciudad, que unos padres envien sus hijos a un colegio concertado por el mero hecho de ser el más cercano, porque entiendan que les ofrece mejores horarios, porque piensen que es mejor cualitativamente hablando...si ese colegio es concertado, es también público y si esos padres, pongamos por un casual, no quisieran que sus hijos fueran a clase de religión, el colegio por ley, tiene la obligación de ofrecerles la misma alternativa que permite la legislación en un centro exclusivamente público, de la misma forma que tiene la obligación de contar con un Consejo Escolar- por mucho que un fraile lo considero suyo exclusivamente- y otras muchas cuestiones, sin las cuales el Colegio sería exclusivamente privado y no tendríamos la necesidad de subvencionarle.
El Estado aconfesional español no subvenciona idearios ( aunque los permita) , subvenciona docencia y el mismo respeto para padres y alumnos/as a su libertad religiosa que garantiza la Constitución se garantiza en las aulas que la Constitución sufraga.
Llegados a esta cuestión. ¿ Debe ocuparse el Gobierno de retirar crucifijos en todos los Colegios Concertados?, o dicho de otra manera ¿ La imagen misma de un mesías biblíco crucificado es una agresión a quienes no creen ni en mesías ni en sacrificios por la humanidad? ¿ es el símbolo, en sí mismo, un representante del ideario?
El Gobierno ha dicho que semejante cuestión no está en su agenda.
No me extraña.