martes, 15 de abril de 2008

Algo más que espectadores


Periódicamente Oviedo vive y debate intensamente sobre su condición de ciudad especialmente vinculada a la música y especialmente a la lírica. Hoy mismo, la prensa regional referencia un nuevo paso en esa dirección. Esa identidad concreta que se sobrepone al absurdo debate de una capitalidad jamás discutida, es algo de lo que habitualmente presume nuestro Equipo de Gobierno, que aparenta generar un gran consenso social y que llena y rellena páginas y debates político-sociales. Desde la ampliación del Teatro Campoamor hasta la subvención pública a la temporada de Ópera de Oviedo, pasando por la posible construcción de un Teatro de la Lírica, etc.


Dejando al margen algunos debates soterrados sobre esta eterna cuestión ovetense, sobre si es una oferta demsiado exclusiva o incluso bastante excluyente ( apenas hay espacio en la ciudad para otras actividades cutlurales) y suponiendo que sea cierto y positivo la relación entre la lírica y la ciudad, hay algo que no me cuadra, que no resulta coherente entre tanta fanfarronería presuntuosa. Si realmente esta ciudad vive intensamente la música, ¿ por qué no se prioriza la enseñanza musical? ¿ por qué no se construyen las bases de una buena cantera de músicos y músicas en Oviedo? ¿ Acaso sólo interesa la representación?


Recientemente he tenido la oportunidad de hablar con diferentes colectivos de la ciudad que están trabajando en la base, en la formación de jóvenes y niños en distintas artes musicales. Para ellos todo son problemas, obstáculos e impedimentos. Ni cuadra con los presupuestos destinados a la parte representativa ni obedece a ninguna lógica coherente para "cultivar" ese alma musical de la ciudad.


La gente de la Escuela de Música de Oviedo, por ejemplo. Han tenido un curso muy accidentado. Faltaban profesores y medios y ahora, muchos de ellos han tenido incluso que abandonar sus estudios tras una subida salvaje de las tasas que se cobran. En algunos casos superan el 20% con respecto a lo que venían pagando en el inicio del curso. Eso convierte a nuestra Escuela de Música en la más cara de Asturias y lo más preocupante, en una institución formativa de acceso limitado.


Otro ejemplo reciente es el de las Academias de Danza de la ciudad. Durante 25 años han venido celebrando sus galas de fin de curso en el Teatro Campoamor. No es ningún capricho, sólo el escenario del Campoamor es apto para la representación de la danza. Este año no pueden hacerlo, el Equipo de Gobierno no les ha permitido organizar estas galas que independientemente de la ilusión que puede hacer a los niños y niñas actuar en su teatro, tenía un significado para mí importante y es que nuestro Teatro se hacía así un poco más nuestro y permitía que el mismo escenario y las mismas butacas que servían para disfrutar de los grandes músicos, se ponían al servicio de los pequeños músicos, de aquellos que algún día serán quienes nos hagan disfrutar a nosotros o quienes abonen ese público entendido y cálido que tanto se valora. Sólo son 400 niños y niñas, sólo 5 o 6.000 personas que las acompañaban en su final de curso.


No sólo de representaciones vive una ciudad culta. Es más, es precisamente en la creación de ese caldo de cultivo que permite llenar los espacios culturales de la ciudad, de lo que tienen y deben ocuparse los políticos de la ciudad. Ponerse un chaqué y acudir al palco del Teatro puede estar bien, pero trabajar en la base de esa actividad musical, es trabajar por la ciudad y por sus gentes y eso es lo que echamos de menos, en eso y en tantas otras cosas. Ser algo más que espectadores. Ser ciudadanos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdon, me parece que el titulo de este comentario, seria las ACADEMIAS DE DANZA, y no las de musica, no?

Manuel Angel Rodríguez dijo...

Cierto. Hay un error en el texto. Hablaba de la Escuela de Música y efectivamente, después referenciaba el problema de las Academias de Danza.
Mis disculpas y muchísimas gracias por la observación
Manuel

factoria7gritos dijo...

Hace poco estuve en un concierto en Bilbao. Uno de esos que jamás pasarán por Oviedo. Me hizo gracia el comentario de un ovetense "exiliado" allí y lo agusto que se sentía porque contaba que en Bilbao había 2 o incluso 3 conciertos de rock en un fin de semana normal o a veces en un mismo sábado. Me hizo gracia porque se compara la Ópera de Oviedo con la de Bilbao pero no comparamos otras cosas, por ejemplo conciertos de rock/pop (el movimiento cultural más importante de los últimos años).

Lo de las escuelas municipales es tan impresentable como lo de las bibliotecas y tienes razón... mientras tanto algunos se centran en debates absurdos.