Había una especie de filósofo de moda en mi adolescencia que se llamaba Luis Racionero. Quieras o no, todos acabamos leyendo alguna cosa suya. El libro que más recuerdo se titulaba " El mediterráneo o los bárbaros del norte". Una tesis, que básicamente defendía que en la sociedad del ocio a la que va este siglo, nuestra cultura de la siesta era mil veces superior a esa anglosajona costumbre de vivir para trabajar ( la tesis mola pero no deja de ser una estupidez patriótica).
Me vino esta vieja lectura a la cabeza, repasando algunas cosas de la prensa de estos días, en la que el Concejal, al que le toca el área de deportes, se fotografiaba indigando ante la invasión de unos bárbaros en el Campo Luis Oliver y cual justiciero local reclamaba al Delegado del Gobierno más seguridad por favor, más diligencia a ser posible.
Si no fuera porque a quien le corresponde tener esa diligencia en materia de protección de instalaciones deportivas es a los compañeros del Concejal, la indignación la compartiríamos todos, pero fijaros hasta que punto, los políticos de trazo grueso que el Alcalde ha puesto para protegerse, tienen la extraña tentación de parecer poco menos que idiotas o esperar que lo seamos nosotros:
Hace ya más de 15 días, tuve personalmente la oportunidad de explicarle al "fotografiado" Concejal, nuestra preocupación y la de mucha gente sobre el estado del Campo de Fútbol Luis Oliver. Le hablé de instalaciones derruidas, de paralización de las obras y le mencioné explicitamente el problema de una instalación sin cerrar que había sometida ya a varios robos menores pero que afectaban a pequeños y modestos clubs de fútbol, a los padres y madres y a casi 300 chavales. Contestó que exageraba. Contestó que aquello no era Beirut. Contestó que todo era normal en una obra. Contestó que los socialistas somos muy malvados y todos lo vemos mal.
Unos días más tarde podéis verlo en la prensa, diciendo poco menos que Oviedo entero es Beirut. Que no hay vigilancia y que por supuesto, los socialistas somos los culpables de tan peligrosa y desastrosa situación.
Lo bueno que tienen las imágenes es que no engañan. La foto de la abajo es la del cierre del campo y la fecha es: 2 de enero de 2008. Al Concejal no le pareció preocupante el estado de ese cierre en aquel momento. La foto de la arriba es una ventanta rota de los vestuarios. La fecha es también del 2 de enero de 2008, pero la ventana es, también y exactamente la misma que el Concejal señala de forma acusadora como parte del "estropicio" que originaron los bárbaros que entraron en el campo.
Los bárbaros entraron, pero la ventana ya estaba rota de antes, señor Cachero y ante la evidencia de las imágenes, mi pregunta es:
¿ Qué tipo de bárbaros os dan más miedo? ¿aquellos que asaltan vallas que no necesitan derribar o aquellos que frivolizan y son incapaces de resolver problemas que afectan en realidad a quienes vivimos en esta ciudad?
Atentos a Felechosa, va a ser uno de nuestros protagonistas.