
Es verdad que tiene fama de ser una fiesta pagana, incluso peligrosamente relacionada en sus orígenes con el Dios Baco, dominada por el humor y un cierto cambalache de identidades que algunos consideran el principio de promiscuidades colectivas. No obstante, nuestra derecha católica local debería saber que es una fiesta arraigada sobre todo en la cristiandad y en los países de tradición cristiana y que sirve de predecesor y propagandista extraordinario de la seriedad sacrificada de la Cuaresma.
En tiempos de Franco ya se prohibió el Carnaval, pero incluso en aquellos tiempos, la gente seguía cambiando por un día su identidad y soñando que aún, en aquella España en blanco y negro, una sola noche al año, podría lograr la fantasía hacernos olvidar su realidad.
Yo creo que por mucho que algunos añoren el blanco y negro, la gente seguirá difrazándose en Carnaval. Dadas las circunstancias, creo que lo mejor para este año es el disfraz de Eduardo Manostijeras....el que mejor explica este momento.
Atentos al Carnaval
1 comentario:
¡ Papá, papá !
¿ Cuándo me cuentas lo de Villa Magdalena ? Jo, yo quería Carnaval...
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