Mi hijo de tres años está inmerso ahora en el aprendizaje de series de colores - él lo llama "serias"-. Consiste en pintar pequeños espacios consecutivos con una cierta lógica, por ejemplo, azul, rojo, negro, azul, rojo, negro....y así.
En la historia ésta del Partido Popular - seguida con gran despliegue por algunos medios- hay algo de series o serias perfectamente ordenadas. Dice la Nueva España que la propuesta del "super uno" es algo como así: Uno de Oviedo ( él), otra que sea mujer y de Gijón, el siguiente de Avilés, el otro de las cuencas y alguno de las alas, para que no digan y luego volvemos a empezar con la serie.
En el otro lado del cuadrilátero, el de Ovidio - o de Cascos por hablar con más rigor- la serie es la misma con diferentes colores, y con una variación que ya sería de segundo de infantil: un negro que es Rozada y que no está en ningún sitio...y ahí está la pelea. Muy propio de los partidos que saben que van a perder o que no creen que van a ganar y van aplicando por ahí la lógica "Espe": "En caso de derrota estamos en igualdad de condiciones".
Lo que pasa es que todo esto que nos entretiene a los políticos y que fascina a los periodistas, creo que tiene que ver poco con la forma de pensar de la peña. Yo no sé la razón por la que aquel hombre de palabra que un día dijo aquello de que "su carrera empezaba y terminaba en esta heroica ciudad"se abraza ahora a una pista de salida hacia Madrid.Lo que si sé es, que hay en toda esta nueva escenografía de sainete un punto de hilaridad que muestra esa foto del aún Alcalde y " si Dios quiere Diputado" en la que, cual Gavilán de la Sociedad de la Información nos muestra un móvil, desde el cual podrá atender, entre escena y escena, aquello que ocurre en provincias y especificamente en esta ciudad en que nosotros vivimos y a veces padecemos.
Habrá quien me diga que la única diferencia entre una llamada desde Benia de Onís y desde la capital de España es de coste y aún así depende de la compañía, pero a veces, entre las cosas que me sorprenden de mi ciudad, figura el "figura" de su Alcalde, que tan ausente está de lo suyo, que tal parece jubilado y en ocasiones, tan presente, que podría ser omnipresente. Algo así pasa con todos esos autores que son incapaces de sobrevivir al personaje porque en el fondo nunca han sabido ser otra cosa que personajes de un guión.
No creo que Oviedo se merezca un Alcalde "on line", pero seguramente esa duda la tengamos que resolver los ovetenses cuando realmente decidamos recuperar la ciudad para nosotros mismos. Yo, de momento, me conformo con el morbo que supone estudiar los semblantes y pareceres de todos esos Concejales del Partido Popular, que pasaron en pocos días de ser postulantes de un tiempo incierto a ordenanzas ejecutivos de un golpe de voz.
¿Os imagináis lo estresante que debe de ser vivir pendiente de una llamada perdida?.
Atentos a esa peli
1 comentario:
Saludos.
Me estreno en este Oviedo virtual que espero que me sorprenda también a mí. Yo soy de los que creo que hay muchos oviedos más allá de Gabino y su corte, lo que pasa es que tiene que salir a la luz porque ahora viven anestesiados por el miedo o la subvención.
Esperemos a que salga diputado POR ASTURIAS y al día siguiente yo le pediría, por decencia, la dimisión. La incompatibilidad práctica (que no legal) es una causa más a sumar a las anteriores: incomparecencia en los Plenos, defensa a ultranza de un Oviedo que parece su cortijo, desplante al resto de Asturias, Villa Magdalena...
Por cierto, si yo fuera Isidro F. Rozada sentiría un enorme complejo de puching ball de boxeador. Este señor que perdió TODAS las elecciones a las que se presentó no tiene donde ponerlo. Eso sí, parece que tiene buenos amigos perdedores en Madrid (Acebes dixit).
Bienvenido de nuevo a la bitacoresfera, Manuel. Te leeremos, criticaremos y comentaremos.
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